
Hola, soy Florencia, creadora de De Todo Las Poch, y esta es la historia de cómo un momento muy difícil en mi vida se transformó en un proyecto lleno de amor, propósito y comunidad.
El comienzo
En marzo de 2019, mi vida estaba atravesada por grandes cambios. Tenía dos hijas muy pequeñas, y venía de enfrentar la pérdida de mi padre justo al momento de dar a luz a la menor. Seis meses después, me separé. Fue una etapa intensa, de muchas emociones encontradas, donde descubrí una fuerza interior que no sabía que tenía.
Ese mismo año, había comprado una casa que todavía conservaba los muebles de sus antiguos dueños. Como no pasaban a retirarlos, le propuse a la dueña venderlos y repartir lo recaudado. Y así fue: vendí absolutamente todo.
Lo que parecía una solución práctica terminó siendo el inicio de algo mucho más grande. Amigos y conocidos empezaron a pedirme que también les vendiera sus cosas. Sin buscarlo, descubrí una habilidad para conectar personas con objetos, y objetos con nuevas historias.
Nace el emprendimiento
Con la ayuda de una amiga muy querida, Odile, abrí una cuenta de Instagram y empecé a publicar lo que tenía para vender. Al principio lo hacía en mis ratos libres, porque aún trabajaba en relación de dependencia y tenía otros trabajos extra. Pero poco a poco, este proyecto fue creciendo, y mi pasión por él también.
Con el tiempo, fui dejando los otros trabajos. Una decisión clave fue cuando mis hijas me dijeron que no me veían mucho. Ahí entendí que necesitaban más de mí, y prioricé estar más presente. No fue fácil, pero fue una de las decisiones más importantes y amorosas de mi vida.
¿Por qué “De Todo Las Poch”?
El nombre tiene un significado muy especial. Mi papá tenía una ferretería que se llamaba “De Todo”, y quise homenajearlo sumándole mi sello personal: Las Poch, por mi apellido, Poch. Así nació esta marca que hoy representa mucho más que ventas: representa vínculos, historias y nuevas oportunidades.
Lo que hacemos
Hoy en día, De Todo Las Poch tiene su propia página web, una comunidad de seguidores que crece cada día y muchos clientes fieles que confían en nuestro trabajo.
Además de vender objetos individuales, organizamos ferias para personas que se van a vivir al exterior y necesitan vaciar sus casas, o para negocios que cierran y necesitan vender todo. Acompañamos esos procesos con respeto y alegría, sabiendo que cada cambio también puede ser un duelo.
Con corazón y con equipo
Nada de esto sería posible sin mi equipo: Los Florencios, quienes me acompañan en cada feria, en cada casa, en cada desafío. Juntos trabajamos para que las transiciones sean lo más livianas y humanas posible. Nos gusta hacerlo divertido, cercano y sobre todo, con mucha empatía.
Más que vender
Este proyecto no solo es una fuente de trabajo: también es una forma de cuidar el planeta. Promovemos la reutilización, ayudamos a evitar compras innecesarias y fomentamos el consumo consciente. Creemos en dar segundas oportunidades, no solo a los objetos… también a las personas.
Y todavía queda mucho por soñar
Hoy miro todo lo que logramos y me emociona. De Todo Las Poch nació de una necesidad y se convirtió en una forma de vida. Pero esto recién empieza. Queremos seguir creciendo, acompañando más familias, organizando más ferias y manteniendo siempre eso que nos hace únicos: el corazón, el humor y la pasión por lo que hacemos.
Si querés ser parte de nuestra comunidad, sumate como vendedor o explorá los productos en venta.